Por otra parte tenemos la situación de las víctimas de minas quiebrapatas, que es la temática central de nuestro audiovisual.

Se pretende entonces rescatar lo oral a través de lo visual porque las mediaciones y sobre todo las audiovisuales han configurado una era de la imagen, que resulta para nuestro caso, la manera más eficiente en la que podremos llegar al publico que queremos sensibilizar.

Este conjunto de hechos nos lleva a plantear la realización de un proyecto audiovisual que busque a través de la ficción y una leyenda, contar una realidad que se vive en nuestro territorio. Las victimas de la violencia y en este caso de las minas quiebrapatas, hacen ahora parte de nuestra sociedad y no podemos permitir que esa ‘normalidad’ que se da por la constante trasmisión de casos se siga repitiendo. La idea es trascender un hecho real a través de la ficción de tal manera que logre, al igual que como el mito y la leyenda, una perduración en la mente de nuestra adolorida sociedad. Es un rescate por las narraciones de nuestra región y una sensibilización por las víctimas de la violencia en Colombia. Es en los dos casos visibilizar nuestra realidad y tradición oral, es darle rostro a la tragedia y configurar una nueva versión de la patasola, una más resal y cargada de sentido.

Hay un mensaje que ronda voz a voz en nuestra sociedad, uno que habla de lo crudos y fríos que podemos llegar ser.  “Quien olvida su pasado, puede caer en el error de volver a repetirlo”. Esta es una frase que se ha hecho ya popular, la pregunta sería ¿Cómo atacar de raíz esta tendencia que nos está matando? El proyecto de ‘Lola y la Patasola’ pretende hacer resistencia, actuar en contravía, transformar el pensamiento humano, devolverle la humanidad al hombre. Este proyecto es por el no olvido; es un drama sobre María (una víctima de las minas anti personas), quien después de conocer a Lola desea sensibilizar su frio corazón a través de un cuento que reconfigura la narrativa del mito de la patasola. Esto se hace cada vez más difícil porque Lola al igual que nuestra sociedad, ha banalizado el mal. Pero al final habrá un reconocimiento a las víctimas de las minas anti personas. A todos los patasolos y patasolas que hay en nuestro país.

Lola y La Patasola